FELIU GASULL
Nace en
Barcelona el Día Mundial de las Extremidades. De padres atletas, decide no
seguir la tradición familiar al vivir muy de cerca una luxación harto dolorosa
en el bíceps de su padre, experiencia que traumatiza al frágil muchacho y lo
hace inmune al atletismo.
Decide pues
estudiar música en el Conservatorio Superior Municipal de Música de Barcelona
estudiando solfeo con la senyoreta Cateura y el profesor Margenats, armonía con
Gago y guitarra con José Lluís Llopátegui, discípulo predilecto de Narsizo
Llepes.
Llopátegui dijo
de Gasull en una ocasión: “Si todos mis alumnos fueran como Gasull, yo me
hundiría hasta lo sumo que en él hay para que vaya a todas las fiestas de guardar y nadar la ropa”. Esta
enigmática frase, típica de Llopátegui, nunca fue comprendida por Gasull ni por
nadie pero se supone que es de alabanza.
Tras unos cinco
años de intenso estudio decide perfeccionarse, cosa casi imposible a estas
alturas, en la universidad de Bloomington, en Indiana, con el profesor Jones.
Para eso pide una beca a la Fundación Casamajor-Farrerons pero le es denegada
porque dicen que sólo conceden becas a disminuídos físicos. Gasull se amputa
entonces un poco de carne de la pantorrilla, que no usa para tocar la guitarra,
consiguiendo así la beca.
En Indiana
estudia, aparte de guitarra, composición, componiendo allí sus primeras obras:
“Sonata para viola y niños”, “Fantasía Ibérica para guitarra y objetos de
cuerda” y un movimiento para cuarteto de cuerda titulado “La Cigala”.
Su estancia en
Indiana fue muy provechosa, volviendo así a su país con una formación tan
completa que daba asco verle, pavoneándose de aquí para allá y pasando sus
diplomas por las narices de los pobres compañeros, no tan afortunados como él,
hombre, que ya está bien.
Ha sido desde
entonces uno de los solistas catalanes con mayor proyección internacional, como
Claudi Arimany, actuando al frente de las principales orquestas del mundo como
la Orquesta de Cambra Terra Lliure, la Orquestra de la Marató de TV3, la
Orquestra del Conservatorio de Sant Llorenç de Morunys, la Orquesta del Atolón
de Bódalo, etc...
Su labor como
compositor no ha cesado desde su estancia en Indiana y ha compuesto, en los
últimos cinco años, obras como la sonata para violín y piano “El Hombre y la
Bombilla” dedicada a su amigo y biógrafo Pere Bardagí, las variaciones para
violoncelo solo “Perdidos en el inmenso bidet”, la sinfonía concertante para
violín y fagot “Sorpresa en África” y el “Concierto para guitarra, voz, piano,
flautín, clarinete, tuba, flauta, otra vez guitarra y fagot” obra encargo de la
“Asociación de Amigos de Gustavo Re”.
Últimamente ha
sentido inclinación hacia la literatura y ha escrito un ensayo titulado “La
elle y la guitarra”, donde explica su teoría de que para tocar bien la guitarra
tu nombre o apellido tienen que tener como mínimo una “elle”, poniéndose de
ejemplo a él mismo y a grandes personalidades de la guitarra de todos los
tiempos como John Williams, Jordi Bonell, Paco de Llucía, José Lluís
Llopátegui, Narsizo Llepes, John Macllaughlin, Jullian Bream, Llosep Mª
Bardallí, Ramón Llenas, Llordi Paps, Andrés Llegovia, Ferllando Sors, Tállega,
etc.
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