sábado, 8 de noviembre de 2014

Ridículums Vitae: Antonio García Araque




ANTONIO GARCÍA ARAQUE

Nace en Barcelona y desde muy pequeño muestra unas grandes cualidades para la desafinación, por lo cual sus padres deciden hacerle estudiar contrabajo. Comienza a estudiar en la Escuela Fitzgerald con el profesor de color Ursus Vandersnacht. A los pocos meses, Vandersnacht cambia de color y García es expulsado de la escuela.
Autodidacta forzoso, García se encierra entonces dia y noche en una habitación de los Talleres “El Gato” de su tío Félix y estudia sin parar la escala de “do” en todas las tonalidades. Debido a lo grave de la tesitura de su instrumento y a la desafinación constante del pequeño Antonio, los clientes del taller apenas se dan cuenta de que el rumor que oyen de fondo mientras esperan es música.
Muy pronto el pequeño Antonio se convierte en el joven Antonio. Su cuerpo sufre los cambios habituales de la adolescencia. No así su manera de tocar, que sigue recordando las quejas de un buey atrapado bajo el peso de un vagón de tren.
Superada ya la etapa de formación, Antonio decide perfeccionarse. Para ello entra en contacto con el gran Peris Mencheta, primer contrabajista de la Orquesta Peleduj de Kamenskoje, en la Unión Soviética. Mencheta le pide una grabación en “cassett” para oirle y saber si tiene el nivel suficiente para ser aceptado en la exigente escuela Ulan-Ude. García, debido a las enormes ganas que tiene de ser aceptado, no juega muy limpio y envía a Mencheta una cinta de David Oistrak pero grabada a media velocidad. Es aceptado al instante.
García se despide entonces de su familia y toma un avión que le llevará a la Unión Soviética. Pero al bajar del avión en Kamenskoje, debido a que dicha ciudad está situada a la altura del Círculo Polar Ártico y el joven Antonio nació en el Mediterráneo, como Serrat,  sufre una súbita hivernación involuntaria y su cuerpo, a una temperatura muy cercana al cero absoluto, es facturado, enviado a Estados Unidos y guardado durante diez años junto al cuerpo de Walt Disney.
Cuando, pasados diez años, García es devuelto a la vida, el gobierno de los Estados Unidos decide indemnizarlo con ochenta millones de dólares. García aprovecha entonces para matricularse en la prestigiosa Juilliard School de New York. En un principio no es admitido (el maestro que le examina compara su sonido al de un corrimiento de tierras). No obstante, cuando García abre ante los atónitos ojos del tribunal que le examina un maletín conteniendo cuatro millones de dólares, es nombrado Doctor Honoris Causa de la Universidad de Columbia y requerido para impartir clases magistrales en las principales escuelas de música de todo el país.
Aunque Antonio García Araque nunca ha llegado a destacar por su sonido ni por su afinación, el gusto con el que interpreta cualquier obra siempre es pésimo y tanto su sentido del ritmo como del ridículo brillan por su ausencia. Sin embargo, las obras que integran sus recitales acostumbran a ser anodinas y sin ningún interés y si alguna vez ha tocado en formaciones de más de tres músicos, siempre ha llegado el último.

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