sábado, 8 de noviembre de 2014

REDACCIÓN: MI PRIMER DESCARRILAMIENTO DE TREN

El verano de 2005 mis padres y mis hermanos Venus e Israel y yo, fuimos a pasar el verano a una casa que alquilamos en Urquinaona en una urbanización que se llamaba “Los Santos Abedules”. Como no teníamos coche tuvimos que ir en tren. Subimos con todas las maletas y Impex Minobis, el canario, iba en su jaula. Nos sentamos todos en una especie de habitación muy maja que llaman compartimiento. En el compartimiento también viajaba un señor chino que jugaba con una agenda electrónica todo el rato. A la hora de comer mi madre sacó los bocadillos de atún y las cocacolas y comenzamos a comer, que ya teníamos hambre. De golpe, cuando yo estaba bebiendo de la lata, se oyó un ruido muy fuerte y todo el tren se movió mucho. Yo caí contra Venus y me hice sangre en la frente al clavarme su bolígrafo en la frente. Mi padre cayó de cara al suelo y murió. Mi madre se rompió las piernas y mi hermano Israel sufrió un neumotórax y una rotura de caderas y la fractura de varias vértebras. La jaula de Impex Minobis se abrió y se escapó por la ventana.Mi hermana Venus perdió el conocimiento y estuvo en coma tres meses. El que menos daño se hizo fui yo y el que más mi padre, que ya no está con nosotros. El chino murió también, pero a mí me dio igual porque no lo conocíamos. Y este fué mi primer descarrilamiento de tren. No es una experiencia que quisiera repetir y no se la aconsejo a nadie. Si lo pueden evitar, no descarrilen nunca.

 Félix Aguilera

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