Jaime del Blanco
Nacido en Castropol, bella ciudad costera asturiana, comenzó sus estudios a una extraña edad. El profesor Arquímedes Souza, persona de una estatura extraordinaria (llegó a medir dos metros diarios) era violinista del cuarteto Asturias Patria Querida y le dio sus primeras lecciones. En palabras del propio Arquímedes, "Jaime era un niño nervioso e inquieto y se movía tanto en las clases que durante los primeros meses creí que estaba dando clases a unos gemelos".
Cuando el gigantesco Arquímedes sufrió una terrible muerte al tragarse su propia dentadura en el transcurso de un experimento, el joven Jaime se vio obligado a abandonar su Castropol natal y emigrar a Budapest, donde se presentó a unas audiciones de admisión en la escuela Bela Lugosi.
Las obras que se exigían para el ingreso en esta prestigiosa escuela eran de una dificultad tan extrema (la interpretación de alguna de ellas requería el empleo de pértigas y armas de fuego) que del Blanco resultó gravemente herido en el tórax durante el adagio de la Sonata Amateur de Zoltan Panxolina y a partir de entonces no puede levantar ningún objeto que comience por la letra B.
A pesar de las graves lesiones contraídas durante la audición, fue admitido con todos los honores en la escuela, donde estudió también composición.
De su etapa húngara son sus 2 pequeñas sinfonías, obras de menos de un minuto, eso sí, con sus cuatro movimientos cada una. Nunca forman parte de ningún programa porque la orquestación es para más de 90 músicos y no sale a cuenta.
Emulando a Bach, también compuso "Seis sonatas para violín solo", pero nunca se interpretan porque exigen un dominio técnico que muy pocos poseen, porque están escritas en unas tonalidades muy incómodas para el violín, porque algunos de los acordes requieren una mano con seis dedos, y porque son una mierda.
Además de ser uno de los más brillantes concertistas de todos los tiempos, se ha dedicado también a la enseñanza para poder comer.
El hecho de que la mayoría de sus alumnos hayan intentado suicidarse alguna vez, no va en detrimento de su gran calidad como profesor.
Son famosos sus métodos para el aprendizaje del violín sin tan siquiera tener violín. Su libro titulado "Aprenda a tocar el violín con unas maderitas y poco más" es ya un clásico, si bien la obra que más difusión ha tenido es "El divertido mundo del glissando", que hace las delicias de los más peques de la casa.
Tras sus éxitos cosechados por toda Europa y con la crítica denominándolo "El nuevo Manén" o "El Mago de la corchea picadita" volvió a su tierra natal, pero nadie le hizo caso y acabó trabajando en una tienda de animales denominada Mister Mascota.
Actualmente toca un violín Veracruz de 1687, que, asegura él, está construído con madera de la cruz en la que murió Jesucristo, aunque todos los expertos que lo han tasado coinciden en afirmar que es una falsificación, puesto que la tapa posterior está hecha de formica.
